
Recordamos los sucesos esos tan incoherentes como el porqué las personas que están bañándose en la piscina o el mar, y empieza a llover, ¿que hacen? pues lo más absurdo, salen corriendo para no mojarse, ¡tiene guasa el asunto! es una chispa...
Vemos como se van solucionando un poquito las cosas, por la sequía que teníamos, y notas en la gente como aprecia esa lluvia, aunque para algunas cosas no sea tan buena.
Ahora bien, visto todo esto, que es muy cierto… también os digo…
¡YA ESTÁ BIEN NO!

¡Que bonita la lluvia!, verdad chicos, para los que vivís en la ciudad y no tenéis perrín, ¡que bonita!, aunque claro, también tiene su cosilla la ciudad, eso de que vayas por la acera y pase un coche a todo trapo y que casualidad que ahí donde tu estás, hay un enorme charco, y ¡zaass! ¡Te tocó!, de agua hasta las orejas, he? Que me decís? Os ha pasado? A que si!! A que si..!!, Pues a mi también, o echas a correr a tiempo… pero yo soy el ¡¡¡As de las malas ubicaciones!!!
¡Qué bonita la lluvia!, cuando me digo; voy a ver como van mis almendros y cerezos, ¡que bonito está todo!, vas preparada te pones los playeros viejos, para meterte por la tierra, tus pantalones viejos, limpita también y con una sonrisa de oreja a oreja, te pones a mirar como van creciendo las almendritas y cerecitas, ¡¡¡te hace una ilusión!!! Y cuando decides salir al camino para volver a casa, costándote horrores, porque no hay quien mueva los pies del barro, te das cuenta ¡¡¡de que mides medio metro más!!! No sabes donde están tus playeros, están totalmente tapados y la suela a medio metro del barro pegado, por favor!!! Que horror!!! Vas como robocop, toda tiesa sin tener tacto en donde y como pisas, te sientes de lo más absurdo, ¡ayyy hasta que llegas al porche para quitarte los playeros!! (todo esto con el perrín todo el rato encima de ti, ya no sabes de que color vas, claro, ...que limpita tampoco), Y luego piensas como una imbécil, ¿para que coños voy a ver los árboles, si desde la ventana se les ve de vicio? Pero no!!!, yo siempre ubicándome dónde no me llaman!!! Y para luego terminar mas cabreada por pensar; ¡que pelotas de ilusión! ¡So tonta! Si luego las almendras ni las coges, y las cerezas no te las dejan probar los pájaros, ¡la madre que me parió!, acabas cabreada contigo misma, pero eso no lo puedes consentir, así que a rematar la faena, buscando al de al lado para discutir, para tener algún motivo que justifique tu enfado, por tu absurdez, pero… ¡Qué bonito está todo!.
¿Y cuando vas a algún sitio, como por ejemplo, a la puerta del colegio de


Pero nada, entras en casa, ves tus huellas en el suelo que acabas de limpiar hace poco más de una hora, el uniforme de la niña, tus pelos (de los enganchones con los paraguas) y tu ropa…. Y piensas… en tu casita ya… ¡qué bonito está todo! ¡Como me gusta la lluvia!, ves al perrín tan
